LIBRO II
CAPÍTULO IX
DE LA FORMACIÓN DEL CIRCULO 1
Fuera de estos círculos debe pintarse un cuadrado y más afuera otro cuadrado, de tal manera que los ángulos del primero toquen los centros de los lados del segundo y los ángulos del último apunten hacia los cuartos del universo: Este, Oeste, Norte y Sur; y a los cuatro ángulos de cada cuadrado, y
tocándolos, deben, marcar círculos menores donde habrá incensario con carbones encendidos y olores agradables.
Habiendo hecho estas cosas que el mago del Arte reúna a sus discípulos, los exhorte y los anime, los conduzca hacia el Círculo del Arte y los coloque en los Cuatro cuartos del universo, que los exhorte a no temer nada y permanecer en sus lugares. Aún más, que cada uno de los acompañantes tenga una espada del Arte, que debe tener desnuda en su mano.
Entonces el Maestro saldrá del Círculo y encenderá los incensarios y pondrá en ellos incienso exorcisado, como se indica en el capítulo de las incensaciones; luego que tome un incensario en la mano y lo encienda para luego colocarle la parte preparada. Que entre ahora en el círculo y cuidadosamente cierre las entradas dejadas en él y que nuevamente prevenga a sus discípulos y que tome la trompeta del Arte preparada como se dijo en el capítulo concerniente a ello, y que incense el círculo hacia los cuatro cuartos del universo.
Después de esto que el Maestro comience sus encantamientos, habiendo colocado la hoz, la espada y otros instrumentos del Arte clavados en el piso a sus pies. Habiendo tocado la trompeta como se enseño antes, invocará a los espíritus y si es necesario que los conjure, como se dijo en el primer libro, y habiendo obtenido el efecto deseado que los licencie para partir. Aquí sigue la forma del círculo (figura 81), dentro del cual quien entre estará tan a salvo como dentro de un castillo fortificado y nada podrá lastimarlo.
1. Este capitulo sólo está dado en el manuscrito Add. 10 862.