La obsesión, en la filosofía oculta, es un estado en el que se cree que la mente y el espíritu humanos pueden ser asediados por el diablo o un demonio malévolo, y que hace que la persona llegue a exhibir extrañas acciones que sean incompatibles con su comportamiento habitual.
Una persona también puede tener una obsesión con una entidad sobrenatural, como un fantasma, que a veces obliga a la persona a mostrar un comportamiento extraño.En el espiritismo, se cree que la obsesión es causada por un espíritu desencarnado o espíritus que intentan tomar posesión completa de los vivos con el propósito de gratificación egoísta.
Los mediums utilizan esta situación para desarrollar una relación de cooperación, algunos mediums especializados son capaces de ayudar a personas poseídas. A veces se utiliza el exorcismo para expulsar a la entidad malévola. Otras tradiciones místicas tienen sus propios rituales para librarse de la entidad no deseada. Sin embargo, en la actualidad se debe definir lo que es realmente una entidad no deseada, pues la obsesión puede pasar desde aquellas personas a las que no les gusta tener mascotas (mientras que en otros casos los consideran como miembros de la familia), los amigos imaginarios de los niños, o hasta las deidades que algunos adoran.
Una persona también puede tener una obsesión con una entidad sobrenatural, como un fantasma, que a veces obliga a la persona a mostrar un comportamiento extraño.En el espiritismo, se cree que la obsesión es causada por un espíritu desencarnado o espíritus que intentan tomar posesión completa de los vivos con el propósito de gratificación egoísta.
Los mediums utilizan esta situación para desarrollar una relación de cooperación, algunos mediums especializados son capaces de ayudar a personas poseídas. A veces se utiliza el exorcismo para expulsar a la entidad malévola. Otras tradiciones místicas tienen sus propios rituales para librarse de la entidad no deseada. Sin embargo, en la actualidad se debe definir lo que es realmente una entidad no deseada, pues la obsesión puede pasar desde aquellas personas a las que no les gusta tener mascotas (mientras que en otros casos los consideran como miembros de la familia), los amigos imaginarios de los niños, o hasta las deidades que algunos adoran.