LIBRO I
CAPITULO VIICONJURO EXTREMADAMENTE PODEROSO
OBSERVEMOS nuevamente preparados para conjurarlos por los nombres y símbolos de Dios, con los que estamos fortificados, y por la virtud del Altísimo. Los mandamos y potentemente les ordenamos, por los más poderosos y fuertes nombres de Dios, que es merecedor de toda alabanza, adoración, honor y gloria, veneración y temor, a que no demoren más, sino que aparezcan ante nosotros sin tumultos o molestias, sino, por el contrario, con gran respeto y cortesía, en una forma bella y humana. Si aparecen entonces, muéstrense los pantáculos, y dígase:
“Obedezcan, obedezcan, miren los símbolos y nombres del Creador; sean gentiles y apacibles, y obedezcan en todas las cosas que podamos ordenarles”.
Ellos hablarán- inmediatamente, de la manera en que un amigo se expresa hacia otro. Pregúnteseles todo lo que se desea, con constancia, firmeza y seguridad, y lo obedecerán. Pero si no aparecen, el Maestro no deberá perder su ánimo, ya que no hay algo más fuerte en el mundo para impresionar a los espíritus que la constancia. Sin embargo, debe reexaminar y volver a formar el Círculo; luego tomará un puñado de tierra, que debe lanzar a los cuatro cuartos del Universo, y habiendo colocado la espada sobre el piso, dirá, de rodillas y vuelto hacia el Norte:
“En el nombre de Adonai Elohim Tzabaoth Shaddai, Señor Dios de los Ejércitos, todopoderoso, podamos nosotros llevar a cabo nuestras obras con nuestras manos, y que el Señor esté presente con nosotros, en nuestros labios y en nuestro corazón”.
Habiendo dicho estas palabras de rodillas sobre la tierra el Maestro se levantará abriendo los brazos como abrazando el aire y dirá:
CONJURO
Por los santos nombres de Dios escritos en este libro, y por los otros santos e inefables nombres que están escritos en el Libro de la Vida, los conjuramos para que vengan ante nosotros pronto y sin demora, sino que aparezcan en forma y figura bellas y agradables por estos santos nombres: Adonai, Tzabaoth, El, Elohi, Elohim, Shaddai, y por Eheieh, Yod He Vau He, que es el gran nombre de Dios Tetragrammaton escrito con cuatro letras, Anaphoditon, Inefable; por el Dios de las Virtudes y de las Potencias, que mora en los cielos, que vuela sobre el querubín, que se mueve sobre las alas del viento, cuyo poder está en los cielos y en la tierra, que habló y se hizo, que ordenó y todo el universo fue creado; y por los santos y en los santos nombres, Iah, Iah, Iah, Adonai Tzabaoth; y por todos los
nombres de Dios Verdadero y Viviente, yo reitero el conjuro y los conjuro nuevamente, espíritus rebeldes y malignos, que moran en el abismo de la oscuridad. Los conjuro y exorcizo, que vengan ante el Trono de Dios, el Verdadero y Viviente, y ante el Tribunal del Juicio de su majestad, y ante los santos ángeles de Dios, para escuchar la sentencia de su condenación. Vengan entonces, por el nombre y en el nombre de Shaddai, que es el de Dios todopoderoso, fuerte, poderoso, admirable, exaltado, puro, limpio, glorificado, virtuoso, grande, justo, terrible y santo; y por el nombre y en el nombre de El, Iah, Iah, Iah, que ha formado y creado el mundo por el aliento de su boca, que lo apoyó con su poder, que lo rigió y gobernó con su sabiduría, y que los ha arrojado por su soberbia a la tierra de la oscuridad y a la sombra de la muerte.
Por lo tanto, por el nombre de Dios viviente, que ha formado los cielos de arriba, y ha puesto los fundamentos. de la tierra abajo, les ordenamos que inmediatamente y sin demora vengan ante nosotros de todos los lugares, valles, montañas, colinas, campos, mares, ríos y fuentes, cascadas, cavernas, ciudades, pueblos, villas, mercados, ferias, habitaciones, baños, patios, jardines, viñas, plantaciones, reservas, cisternas, y de cada rincón de la tierra donde puedan encontrarse en sus reuniones y asambleas, para que ejecuten y lleven a cabo nuestras demandas con amabilidad y cortesía; por el nombre inefable que Moisés escuchó e invocó, que recibió de Dios en la zarza ardiente, los conjuramos para que obedezcan nuestros mandatos, y a que vengan pronto ante nosotros de buena manera.
De nuevo los mandamos con vehemencia, y los exorcizamos con constancia, a que ustedes y todos sus camaradas vengan ante nosotros en forma graciosa y agradable como la brisa, para que hagan sucesivamente nuestros mandatos y deseos. Vengan, entonces, por la virtud de estos nombres por los que los exorcizamos; Anai, Aechad, Transin, Emeth, Chaia, lona, Profa, Titache, Ben Ani, Briah, Theit, todos los cuales están escritos en los cielos en caracteres de Malaquías,1 es decir, la lengua de los ángeles. Nosotros, por el justo juicio de Dios, por la inefable y admirable virtud de Dios, justo,
viviente y verdadero, los llamamos con poder, los conjuramos y exorcizarnos por y en el nombre admirable que fue escrito sobre las tablas de piedra que Dios entregó sobre el Monte Sinaí; y por y en el maravilloso nombre que Aarón, el alto sacerdote, llevaba escrito sobre el pecho, por el cual también creó Dios el mundo, el cual es Axinetón; y por el Dios viviente que es uno a través de las edades, cuya morada es la luz inefable, cuyo nombre es sabiduría, y cuyo espíritu es vida y ante quien va el fuego y la llama y quien de este fuego ha formado el firmamento, las estrellas y el Sol, y que con este fuego los quemará a todos ustedes para siempre, como también a aquellos que contravengan las palabras de su voluntad. Vengan entonces sin demora, sin ruidos y sin furia, ante nosotros, sin deformidad o pestilencia, para ejecutar toda nuestra voluntad; vengan de todos los lugares donde se encuentren, de todas las montañas, valles, corrientes, ríos, fuentes, baños, sinagogas, porque Dios, fuerte y poderoso, los obligará, siendo glorioso en todas las cosas; él los obligará a ustedes y al Príncipe de las Tinieblas. Vengan, vengan, ángeles de las tinieblas; vengan ante este Círculo sin temor, terror o deformidad, para ejecutar nuestras demandas, y estén listos para lograr y ejecutar todo lo que les ordenemos. Vengan, entonces, por la corona del jefe de sus emperadores, y por los cetros de su poder, y por Sid, el Gran Demonio, su maestro; por los nombres y en los nombres de los santos
ángeles que han sido creados para estar sobre ustedes mucho antes de la creación del mundo; por los nombres de los dos príncipes del universo, cuyos nombres son lonel y Sefoniel; por la vara de Moisés, por la vara de Jacob; por el anillo y el sello de David, donde están escritos los nombres del Dios soberano; y por los nombres de los ángeles por medio de los cuales Salomón los ató y unió; y por las cadenas sagradas con las que Anael rodeó y conquistó al espíritu; y por el nombre del ángel que gobierna sobre el resto de ustedes, y por la plegaria de todas las criaturas que lloran incesantemente ante Dios, quien habló, e inmediatamente todas las cosas, incluidas las edades, fueron hechas y formadas; y por el nombre Ha-Qadosch Berakha, que significa “el santo y bendito”; y por los diez Coros de los santos ángeles, Chaioth Ha-Qadesh, Auphanim, Aralim, Chashmalim, Seraphim, Malachim, Elohim, Beni Elohim, Kerubim e Ishim; y por el nombre y en el nombre de doce letras, del cual cada letra es el nombre de un ángel, y las letras del nombre son: Aleph, Beth, Beth, Nun, Vau, Resh, Van, Cheth, He, Qoph, Daleth, Shin. Por estos nombres, por lo tanto, y por todos los otros santos nombres, los conjuramos y exorcisamos; por el ángel Zechiel; por el ángel Duchiel; por el ángel Donachiel; y por el gran ángel Metatrón, que es el príncipe de los ángeles y presenta las almas ante el rostro de Dios; y por el ángel San Gabriel, que guarda las puertas del cielo; y por el ángel Kerub, que fue hecho el guardián del Paraíso en la tierra con una espada flamígera después de la expulsión de Adán, nuestro padre; y por el ángel Michael, por quien fueron arrojados de lo alto del Trono a las profundidades del lago y del abismo, el cual significa “~ Quién es como
Dios en la Tierra?”; y por el ángel Aniel; y por el ángel Ophiel; y por el ángel Bedaliel; por lo tanto por estos y por todos los otros nombres santos de los ángeles, nosotros poderosamente los conjuramos y exorcizamos a que vengan de cualquier parte del mundo donde se encuentren, inmediatamente y sin demora, para hacer nuestra voluntad y cumplir nuestras demandas, ofreciéndonos rápida y cortésmente a que vengan en el nombre y por el nombre de Aleph, Daleth, - Nun, lod, ya que los exorcizamos nuevamente por la aplicación de estas letras, por cuyo poder el fuego ardiente se apaga y el Universo entero tiembla. Los obligamos de nuevo, por el sello del Sol, que es la palabra de Dios; y por el sello de la Luna y de las estrellas los atamos; y por los otros animales y criaturas que están en el Cielo, por cuyas alas el Cielo se limpia a sí mismo, los forzamos y atraemos imperiosamente para ejecutar nuestra voluntad sin falla. Los conjuramos, obligamos y terriblemente los exorcizamos para que se acerquen a nosotros sin demora y sin miedo, tanto como les sea posible, aquí ante este Círculo, como suplicantes, gentilmente y con discreción, para llevar
a cabo nuestra voluntad en todo y con todo. Si vienen pronto y voluntariamente, pueden oler nuestros perfumes y nuestros inciensos de olor placentero, que serán agradables y deleitantes para ustedes. Además verán el símbolo de su creador y los nombres de sus santos ángeles, y luego los despediremos y enviaremos de aquí con agradecimiento. Pero si, por el contrario, no vienen pronto y se muestran rebeldes y obstinados, los conjuraremos nuevamente y los exorcizaremos incesantemente, y repetiremos las palabras dichas y los santos nombres de Dios y de los santos ángeles, por cuyos nombres los acosaremos, y si no es suficiente, añadiremos ante ustedes unos más grandes y poderosos, y luego añadiremos otros nombres que todavía no escuchan de nosotros, que son los de Dios todopoderoso, y que los harán temblar y saltar de miedo, tanto a ustedes como a sus príncipes, por cuyos nombres los conjuramos a ustedes y también a ellos, y no desistiremos en nuestra obra mientras nuestra voluntad no haya sido realizada; pero si ellos, por casualidad, se muestran insensibles y obstinados, desobedientes, reacios, rebeldes, indóciles e insubordinados, y si
todavía se resisten a nuestros poderosos conjuros, pronunciaremos contra ustedes esta orden de aprisionamiento en el nombre de Dios todopoderoso, y esta sentencia definitiva para que caigan en peligrosa enfermedad y lepra, y que en señal de venganza divina todos ustedes perezcan por una aterradora y terrible muerte, y que el fuego los consuma y devore por todos lados; y que por el poder de Dios, una llama salga de su boca y los queme y los reduzca a la nada en el Infierno. Por lo tanto, no se demoren en venir, pues no cesaremos estos poderosos conjuros hasta obligarlos a aparecer aun contra su voluntad. De esta manera, por lo tanto, nuevamente los conjuramos y exorcizamos, por el nombre y en el santo nombre de On, que es interpretado y llamado Dios; por el nombre y en el
nombre de Eheieh, que es el verdadero nombre de Dios: “Yo soy el que es”, por el nombre y en el nombre inefable de cuatro letras, Yod He Vau He, cuyo conocimiento y entendimiento es oculto aun para los ángeles; por el nombre y en el nombre de EL, que significa y expresa el poderoso y devorador fuego que irradia de su rostro, y que será su ruina y destrucción; y por la luz de los ángeles, que es encendida y tomada de la inefable flama de ardor divino. Por estos, y por otros más santos nombres que pronunciamos contra ustedes desde lo profundo de nuestros corazones, los forzamos y obligamos, si todavía son rebeldes y desobedientes; los conjuramos y exorcizamos poderosamente, a que vengan ante nosotros con alegría y prontitud, sin fraude o engaño, en verdad y no en error. Vengan entonces, vengan, contemplen los signos y los nombres de su Creador, contemplen los santos pantáculos por la virtud de los cuales la tierra se mueve, los árboles y los abismos tiemblan. Vengan, vengan, vengan.
Habiendo llevado a cabo estas cosas, verán los espíritus venir de todos lados con gran prisa con sus príncipes y superiores; los espíritus del primer orden, como soldados, armados con lanzas y escudos; los de segundo orden como Barones, Príncipes, Duques, Capitanes y Generales de ejército. En tercero y último orden aparecerá el Rey, ante quien irán muchos músicos, acompañados por hermosas y melodiosas voces con canto y coros.
El exorcista o Maestro del Arte, al arribo del Rey, que verá coronado con una diadema, deberá descubrir los santos pantáculos y medallas que trae sobre el pecho cubiertos con una tela de seda o de lino fino, y los mostrará ante él diciendo:
Contemplen los signos y santos nombres ante cuyo poder toda rodilla se dobla, de todo lo que está, en el cielo, sobre la tierra o en el infierno. Humillense ustedes mismos, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios.
Entonces el Rey doblará la rodilla ante él y dirá: “¿ Qué deseas, por qué nos has hecho venir de las bóvedas del Infierno?”
Entonces el exorcista, o Maestro del Arte Mágico, con aire seguro y voz grave e imperiosa, le ordenará y mandará tranquilizarse y mantener el resto de sus sirvientes apacibles, e imponer silencio sobre ellos. También renovará la provisión, y ofrecerá grandes cantidades de incienso, que debe poner de inmediato sobre el fuego, para aplacar a los espíritus como les ha prometido. Deberá entonces cubrir los Pantáculos, y verá cosas maravillosas, que es imposible relatar, tocantes a asuntos mundanos y a todas las ciencias.
Habiendo finalizado esto, el Maestro descubrirá los pantáculos y ordenará todo lo que desee de los espíritus y de su Rey, y si hay uno o dos espíritus únicamente, será lo mismo, y habiendo obtenido todo lo que desea, debe luego darles licencia de partida: LA LICENCIA DE PARTIDA
En el nombre de Adonai, el eterno y duradero, cada uno de ustedes regrese a su lugar, sea la paz entre ustedes y yo, y estén listos para venir cuando se les llame.
Después de. esto deberá recitar el capítulo primero del Génesis, Berashith Bara Elohim,
“En el principio. ...", “, hecho lo cual cada uno dejará el Círculo en orden, uno después de otro, el Maestro primero. Además lavarán sus caras con agua exorcizada, como se indicará adelante, luego que tomen sus objetos ordinarios y regresen a sus ‘ocupaciones.
Nótese y obsérvese que este último conjuro es de tan grande importancia y eficacia, que aun si los espíritus estuvieran aprisionados con cadenas de hierro y fuego, o retenidos por un voto, ni aun así podrán demorar la llegada.. Pero suponiendo que hayan sido conjurados en otro lugar o parte del universo por otro exorcista o Maestro del Arte, por el mismo conjuro, el Maestro deberá añadir a su conjuro la petición de que por lo menos le envíe algunos de sus mensajeros o algún individuo que le indique dónde se encuentran, en, qué están ocupados y la razón por la que no pueden venir y obedecerlo. Pero si (lo cual es casi imposible) aún se muestran rebeldes y reacios a obedecer, entonces sus nombres deben ser escritos en pergamino o papel virgen, que debe ensuciarse con polvo o arcilla. Luego se debe encender un fuego con ruda seca, sobre el cual pondrá asafétida en polvo y otras cosas de olor maligno, después de lo cual pondrá sobre el fuego los nombres dichos
escritos en pergamino o papel virgen diciendo: EL CONJURO DEL FUEGO
Yo te conjuro, oh criatura de fuego, por el que removió la Tierra y la hizo temblar, para que atormentes y quemes a estos espíritus, de tal manera que lo sientan intensamente y puedan ser quemados eternamente por ti.
Habiendo dicho esto, arrojará el papel al fuego, diciendo: LA MALDICIÓN
Sean maldecidos, condenados y eternamente execrados, y sean atormentados con dolor perpetuo, de tal manera que no tengan reposo ni de día ni de noche, ni por un solo instante de tiempo, si no obedecen inmediatamente el mandato de quien hizo que el universo temblara; por estos nombres, y en la virtud de estos nombres, los cuales siendo nombrados e invocados todas las criaturas obedecen y tiemblan con terror y miedo estos nombres que pueden desviar los rayos y los truenos, y que los harán padecer, los destruirán y los desaparecerán, los cuales son: Aleph, Beth, Gimel, Daleth, He, Vau, Zayin, Cheth, Teth, Yod, Kaph, Lamed, Mcm, Nun, Samekh, Ayin, Pe, Tzaddi, Qoph, Resh, Shin, Tau.
Por estos nombres secretos, por lo tanto, y por estos signos .que están llenos de misterios, los maldecimos, y en virtud del poder de las Tres Principales, Aleph, Mcm, Shin, ‘los despojamos de los oficios y dignidades que hayan disfrutado hasta ahora, y por la virtud y poder los relegamos a un lago de azufre y llamas y a lo más profundo del abismo para que se quemen ahí eternamente. Entonces llegarán sin demora, y con gran prisa, llorando:
“Oh señor nuestro y Príncipe, líbranos de este sufrimiento”.
Todo este tiempo debe tener cerca y listo, pluma, papel y tinta, como será indicado en adelante. Escriba sus nombres de nuevo, y encienda de nuevo el fuego, donde debe poner benjuí, olíbano y estoraque, para hacer con ellos una incensación; con este perfume debe perfumar nuevamente el papel con los nombres, los cuales deben estar preparados de antemano. Entonces muéstreles los santos pantáculos y pídales lo que quiera y lo obtendrá; luego de haber logrado sus propósitos despida a los espíritus diciendo: LA LICENCIA DE PARTIDA
Por la virtud de estos Pantáculos, y porque han sido obedientes y han obedecido los mandamientos de su Creador sientan y huelan este olor agradable y después partan hacia sus moradas y retiros, que haya paz entre ustedes y yo; estén listos para venir cuando se les llame y cite, y que haya la bendición de Dios hasta donde sean capaces de recibirla, siempre que sean obedientes para venir sin ritos solemnes y ceremonias.
Por nuestra parte se debe confeccionar un libro de papel virgen y escribir ahí los conjuros y obligar a los demonios a que juren sobre él que vendrán cuando se les llame y se presenten ellos mismos ante usted cuando quiera consultarlos; después de esto debe cubrir el libro con sellos sagrados en un plato de plata, y ahí escriba o grabe los santos pantáculos. Puede abrir este libro ya sea en domingo o jueves, mejor en la noche que de día, y los espíritus vendrán.
En lo que se refiere a la expresión “noche”, entiéndase la noche que sigue, y no la noche que precede a los días mencionados. Y recuérdese que de día (los demonios) tienen vergüenza, ya que son animales de la noche o de la oscuridad.
Notas:
1. El Alfabeto Místico conocido como “La escritura de Malaquias” está formado por las posiciones de las estrellas en los cielos, dibujando lineas Imaginarias de una estrella a otra, para obtener la forma de los caracteres de este alfabeto.
1. El nombre de estas letras io he corregido cuidadosamente, ya que en el manuscrito aparecen mezcladas en confusión total. Seym está escrita por 5/sin, Res por Beth, etcétera. El nombre es Ab, Ben, Ve-Ruach Ha-Qadcsh, Padre, hijo y Espíritu Santo. Hay dos nombres más de doce letras empleados frecuentemente, HQDVSH BRVK HVA; Santo y bendito sea él; y ADNI HMLK NAMN, El Señor, Rey fiel, además de otras formas.
1. Éstos son los nombres de las letras del alfabeto hebreo a las cuales se les atribuye un poder y un significado místico, además de su aplicación ordinaria.
2. Los símbolos literales del Aire, Agua y Fuego, que el Sepher Yetzsirah llama las Tres Letras Madres.