LIBRO II
CAPITULO V
CONCERNIENTE A LOS BAÑOS Y COMO DEBEN SER PREPARADOS
EL BAÑO es necesario en las artes mágicas y nigrománticas, por lo que, si deseas realizar ún experimento u operación, después de haber arreglado todas las cosas necesarias relacionadas con los días, las horas, etcétera, debes ir a un río o un manantial de agua corriente o puedes tener preparada agua caliente en un recipiente grande en tu gabinete secreto, y mientras te despojas de tu túnica debes repetir los salmos: 14 o 53, 54, 27, 81 y 105, y cuando el Maestro esté completamente desnudo, que entre en el agua o en el baño, y que diga: EL EXORCISMO DEL AGUA
Yo te exorciso, oh criatura de agua, por el que te ha creado y te reunió en un lugar para que la tierra seca apareciera, para que descubras todos los engaños del enemigo y para que arrojes de ti todas las impurezas y suciedades de los espíritus del mundo de los fantasmas, para que no me hagan daño, por la virtud de Dios todopoderoso que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces puedes empezar a lavarte completamente en el baño diciendo:
Mertalia, Musalia, Dophalia, Onemalia, Zitanseia, Goldaphaira, Dedulsaira, Ghevialaira, Gheminaira, Ghegropheira, Cedahi, Gilthar, Godieb, Ezoiil, Musil, Grassil, Tamen, Pueri, Goclu, Huznoth, Astachoth, Tzabaoth, Adonai, Agla, On, El, Tetragrammaton, Shema, Aresion, Anapaxeton, Segilaton, Primeumaton.
Todos estos nombres debes repetirlos dos o tres veces, hasta qué estés completamente lavado y limpio, y cuando estés perfectamente puro puedes salir del baño y rociarte con agua exorcizada, de la manera que se describe más adelante, y debes decir:
Purifícame, oh Señor, con hisopo, y estaré limpio; lávame, y estaré más blanco que la nieve.
Mientras te vistes debes recitar los salmos 102, 51, 4, 30, 119, Mem, y. 97, 114, 126, 139, después de lo cual recitarás la siguiente ORACIÓN
EL, fuerte y maravilloso, yo te bendigo, te adoro, te glorifico, te invoco, te doy las gracias desde este baño, para que esta agua pueda tener la posibilidad de arrojar de mí toda la impureza y concupiscencia de corazón, por ti, oh santo Adonai, y pueda yo lograr todas las cosas, por ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Después de esto toma la sal y bendícela diciendo: LA BENDICIÓN DE LA SAL
La bendición del Padre todopoderoso sea sobre esta criatura de sal, y que toda malignidad e impedimento sean arrojados de aquí, y que todo lo bueno entre aquí, porque sin ti no puede vivir el hombre, por lo que te bendigo y te invoco para que me ayudes.
Luego debes recitar sobre la sal el salmo 103. Después, tomando los granos de sal exorcisada puedes echarla al agua del baño; debes luego desnudarte nuevamente, pronunciando las siguientes palabras:
Imanel, Arnamón, Imato, Memeón, Rectacón, Muoboii, Paltellón, Decaión, Yamentón, Yarón, Vaphorón, Gardón, Existón, Zagverón, Momertón, Zarmesitón, Tileión, Tixmion.
Después de esto debes entrar nuevamente en el baño por segunda vez y recitar los salmos 104 y 81.
Luego debes dejar el baño y vestirte con vestiduras de lino blanco y limpio, y sobre ellas pondrás las vestiduras de las que hablaremos en el capítulo propio, y vestido de esta manera irás a. completar el trabajo. Los discípulos deben lavarse en la misma manera y con las mismas solemnidades.